Saludos a aquellas mentes solitarias o, afortunadamente, bien acompañadas. Deseo que las palabras de este Blog sirvan para que veáis la vida de otra manera, desde el ángulo de este loco adolescente ^^. Pido disculpas a aquellos que no podáis comprender algunas de las alusiones concretas a mi entorno personal. Es mío y de aquellos que lo comparten conmigo. Es nuestra Vida.
lunes, 21 de marzo de 2011
Nace un día; muere una noche. El tiempo avanza, inexorable, agotando los vestigios del eterno interrogante de la vida, realzados en esta Primavera.
Veintiuno de Marzo de Dos mil once... Nueve menos veinte de la tarde...; Ocho y cuarenta del mismo periodo horario. ¿No os resulta curioso, simples mortales? El tiempo es el ejemplo absoluto del sacrificio: Avanzadas de milésimas exploran el campo de las futuras horas, siendo despachadas en un fugaz instante; los segundos, en ejércitos infinitesimales arremeten contra el frente del día de mañana; los minutos, orgullosos, atraviesan el campo de batalla sobre los cadáveres de sus legiones, mientras que las horas, estoicas, aguantan sin tregua los embates del aburrimiento. Los días, fortalezas hasta entonces inexpugnables se vuelven frágiles frente a la embestida de la traicionera rutina, cayendo sin remedio ante el ímpetu de los nuevos hijos del trimestre. Nueve menos cuatro; Ocho y cincuenta y seis... Comienza una nueva batalla a muerte. La masacre se cierne sobre nuestras cabezas. Y como siempre, la sangre nueva ganará la eterna batalla. Un día menos, una eternidad por descubrir...
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